Unos días en la región de Tarn, en el centro de la antigua Occitania. Placas en las calles en la lengua d'oc, tan parecida al catalán.
Rue es Carrièra. Toulouse es Tolosa. Changes es Cambis.
Hay quienes sostienen que el catalán es una variante del occitano, idioma este último que solo es oficial el el Valle de Arán.
Otoño. Soledad en las calles. Piedras húmedas. Ciudades de color rosa.
Trencavel y Simon de Monfort. La imponente catedral de Albi, de ladrillo rosa por fuera, con los frescos del Juicio Final en su interior, da fe del triste destino de la familia Trencavel y de la gloria del Papado.
Siempre nos quedará Toulouse Lautrec.
Y aquello que el trovador Arnaut Daniel llora y canta en el Purgatorio, en La Divina Comedia. Sus palabras, en la lengua d'oc.
Tan m'abellis vostre cortes deman,
qu'ieu no me puesc ni voill a vos cobrire.
Ieu sui Arnaut, que plor e vau cantan;
consiros vei la passada folor,
e vei jausen lo joi qu'esper, denan.
Ara vos prec, per aquella valor
que vos guida al som de l'escalina,
sovenha vos a temps de ma dolor!