"Dos comediantes" fue el último cuadro que pintó Edward Hopper, allá por 1965 con 83 años. En él, dos comediantes que no son sino él mismo y su esposa (modelo de las mujeres que aparecen en la mayoría de sus cuadros) aparecen en el escenario para despedirse del público de este teatro que es el mundo. Por entonces ambos estaban muy enfermos y morirían unos meses más tarde. Un guiño irónico y sutil. El cuadro debe ir acompañado de unos frases del poeta Robert Frost citadas por el mismo Hopper: "Me voy, zarpo ahora, y podría volver si no me siento satisfecho con lo que he aprendido al haber muerto".
Si podéis, id a ver la exposición sobe Hopper en el Museo Thyssen, merece la pena. Mucho.
Si podéis, id a ver la exposición sobe Hopper en el Museo Thyssen, merece la pena. Mucho.