sábado, 10 de julio de 2010

Ich will

... Después pensé que todas estas situaciones de crisis sociales, económicas, etc suelen acabar de la misma manera, con guerras, revoluciones y gran efusión de sangre. Me dije, cojonudo, es lo que hace falta, una buena limpieza. Sin embargo, continué reflexionando. No sé si os habéis fijado en la profusión de grafitis que hay en M.; es increíble. ¿Quién les ha hecho creer a esos individuos que son artistas? Además de los grafitis, también podemos comprobar que las aceras continúan llenas de cacas de perros. Los animalitos siguen sus instintos, pero ¿qué decir de sus dueños? ¿O son ellos los que cagan en medio de la acera? Por el tamaño de la mierda a veces a uno le entran las dudas. Sigo con mis elucubraciones. ¿Os habéís percatado de los olores a meados que invaden muchas zonas de nuestras ciudades? ¿Qué clase de gente es esa que mea a dos metros de donde se está pimplando un kalimotxo, siempre en medio de la puta calle, por supuesto? Ya digo, pensé en todo esto y llegué a la conclusión de que en esa guerra y/o revolución sangrienta el que la va a palmar voy a ser yo, y estos mastuerzos grafiteros, cagones, meones y borrachos serán los triunfadores. No os riáis, esto ya ha pasado. En Alemania en 1933.

1 comentario:

el maestresala dijo...

Sr Belidor :

Acaso no son cascos de caballos lo que oímos. ¡¡ Ese estruendo !! Los Hunos se acercan silenciosamente a nuestras sociedades mas se sigue oyendo su galope nocturno y con ello se va al carajo nuestra civilización despacio y silenciosaemente. Para ver todo esto basta con salir a nuestras carreteras como un humilde conductor. Cosas veredes amigo Sancho : conducciones de circuito de F-1, Alonsos y más Alonsos con su prisa particular....
Kalimotxo, nuestra bebida nacional, como una suerte de bebida vikinga que enardece a los mutilkos para a su vez enardecerse antes las neskatilas... tan difíciles ellas.