No basta abrir la ventana
Para ver los campos y el río. (*)
Son tus ojos los que miran
En unas cuencas vacías
Que alojaron miradas de deseo
Y vaciaron las lágrimas de soledad
Insensatos de ser y no poder amar.
Desparecer y no haber sido
Es una suerte de latencia
Escasa y lejana
Como la más pequeña estrella del firmamento
Angustia por brillar
En ese día postrero que nos ha de llegar
Morir solo después del final.
(*) Versos de Alberto Caeiro - Fernando Pessoa
Hospital de Órbigo
05/09/2010
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