domingo, 20 de febrero de 2011

... de Judt


Las personas que viven en espacios privados contribuyen activamente al menoscabo y degradación del espacio público. En otras, palabras, exacerban las circunstancias que inicialmente los condujeron a aislarse. Y con ello pagan un precio. Si los bienes públicos -los servicios públicos, los espacios públicos, los recursos públicos- se devalúan a los ojos de los ciudadanos y son sustituidos por servicios privados pagados al contado, perdemos el sentido de que los intereses y las necesidades comunes deben predominar sobre las preferencias particulares y el beneficio individual. Y una vez que dejamos de valorar más lo público que lo privado, seguramente estamos abocados a no entender por qué hemos de valorar más la ley (el bien público por excelencia) que la fuerza.

Tony Judt

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