"[...] La naturaleza de Eros que se despliega en la exposición es, como la sexualidad infantil según la clásica interpretación de Freud, perversa polimorfa. No sólo incorpora las miradas masculina y femenina, heterosexual y homosexual, sino una amplia variedad de parafilias: la aquafilia o pasión por el agua, la tricofilia u obsesión por la cabellera, el fetichismo clásico freudiano en busca de sustitutos fálicos, el voyeurismo y el exhibicionismo, el bondage y el sadomasoquismo, la agalmatofilia fascinada por muñecas y maniquíes, el vampirismo y el canibalismo, la necrofilia y su hermana menor, la somnofilia, y por todas partes la dacrifilia o dacrilagnia, el deseo suscitado por las lágrimas".
Imagen: Andrómeda - Gustavo Doré
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