domingo, 8 de noviembre de 2009

... de Claudel


"Durante noches así he aprendido que los muertos nunca abandonan a los vivos. Se reencuentran sin haberse conocido. Se reúnen. Vienen a sentarse al borde de nuestra cama, nos acarician la frente, a veces incluso pasan su desollada mano por nuestras mejillas. Intentan abrir nuestros párpados y cuando lo consiguen, seguimos sin verlos."

Philippe Claudel

4 comentarios:

maestresala dijo...

Sr Belidor :

El Amigo de Nube Blanca acariciando su lomo,sr. Belidor, qué imagen más tierna nunca vista. Será que se retira a su rebotica liberado del peso metálico de una vida consagrada a las barras y las estrellas, presto a empuñar sus palos de golf....

Un correoso más...

Mientras San Pedro en las alturas toca la cítara rodeado de querubines y querubinas con su radiante sonrisa Licor del Polo...

Belidor dijo...

Un correoso con paraguas. Creo que para la siega será la cosa...

Guachimbon dijo...

Mi buen amigo Belidor,

no dispongo de mucho tiempo para escribirle, me persiguen y debo tomar un tren para Praga. Dejeme recordarle los tiempos en los que frecuentabamos antros de perdicion en los que nos perdiamos gustosamente tras mujeres que siempre quisieron hacernos felices. La felicidad eterna de veinte minutos. No se por qué me vienen a la cabeza semejantes recuerdos en estas terribles circunstancias en las que me veo envuelto. No me pida que se lo explique, no quisiera que a usted tambien le persiguieran, ya sabe que le tengo un afecto desusado.

Dejeme recordarle entre las medias de aquellas damas.

Suyo inconsecuente

Huyendo

Belidor dijo...

Ay, amigo, qué tiempos aquellos y qué estragos los del alcohol en nuestra memoria. Huya, huya de los malos...