miércoles, 24 de febrero de 2010

Ramiro Pinilla en la Librería Troa de Getxo


Dice Don Ramiro: "... Pedí, pues, a mi hija mayor, Begoñita, de ocho años, que pulsara la tecla de punto final, y lo hizo. Desde entonces, ella remata cada nueva novela. Si no la tengo a mano, espero semanas o meses con el espacio en blanco hasta que regresa, y ya no tengo que indicarle que pulse ahí, ya domina un teclado, y lo hace con la seguridad de su experiencia adquirida desde aquellos sus lejanos ocho años...".

1 comentario:

Belidor dijo...

Pues sí, libro dedicado por el maestro con su anciana y sabia mano.