-¿Para qué lo trajeron? - preguntó Alberto. - ¿Pero por qué le dicen el Jaguar? - insistió Arróspide. - Para que pelearan - dijo Cava- Le dijeron: "oiga, perro, usted que es tan valiente, aquí tiene uno de su peso". Y él les contestó: "me llamo Jaguar. Cuidado con decirme perro". -¿Se rieron? - preguntó alguien. - No - dijo Cava -. Les abrieron cancha. Y él siempre se reía. Aun cuando estaba peleando, fíjense bien. -¿Y? - dijo Arróspide. - No pelearon mucho rato - dijo Cava- Y me di cuenta por qué le dicen Jaguar. Es muy ágil, una barbaridad de ágil. No crean que muy fuerte, pero parece gelatina; al Gambarina se le salían los ojos de pura desesperación, no podía agarrarlo. Y el otro, dale con la cabeza y con los pies, dale y dale, y a él nada. Hasta que Gambarina dijo: "ya está bien de deporte; me cansé", pero todos vimos que estaba molido. -¿Y? - dijo Alberto. - Nada más - dijo Cava- Lo dejaron que se viniera y comenzaron a bautizarme a mí. - Llámalo - dijo Arróspide.
1 comentario:
Hace muchos años leí :
-¿Para qué lo trajeron? - preguntó Alberto.
- ¿Pero por qué le dicen el Jaguar? - insistió Arróspide.
- Para que pelearan - dijo Cava- Le dijeron: "oiga, perro, usted que es tan valiente, aquí tiene uno de su
peso". Y él les contestó: "me llamo Jaguar. Cuidado con decirme perro".
-¿Se rieron? - preguntó alguien.
- No - dijo Cava -. Les abrieron cancha. Y él siempre se reía. Aun cuando estaba peleando, fíjense bien.
-¿Y? - dijo Arróspide.
- No pelearon mucho rato - dijo Cava- Y me di cuenta por qué le dicen Jaguar. Es muy ágil, una
barbaridad de ágil. No crean que muy fuerte, pero parece gelatina; al Gambarina se le salían los ojos de
pura desesperación, no podía agarrarlo. Y el otro, dale con la cabeza y con los pies, dale y dale, y a él
nada. Hasta que Gambarina dijo: "ya está bien de deporte; me cansé", pero todos vimos que estaba
molido.
-¿Y? - dijo Alberto.
- Nada más - dijo Cava- Lo dejaron que se viniera y comenzaron a bautizarme a mí.
- Llámalo - dijo Arróspide.
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