domingo, 3 de enero de 2010

... de Auster



"[...] resplandecía de belleza, era una criatura incandescente, una tormenta en el corazón de todo hombre que le pusiera los ojos encima, y el verla por primera vez se cuenta entre los momentos más asombrosos de mi vida. La deseaba -desde el primer momento la deseé- y, con la apasionada obstinación de un estúpido soñador, fui tras ella".

"Era la imposible, la inalcanzable, aquella con la que nunca podía contarse: un espectro del Reino del Acaso".

"De la poesía a la justicia entonces. Justicia poética, si quieres. Porque esa es la triste realidad: en el mundo hay más poesía que justicia".

"[...] pero París sí es París. Sólo París es real [...]".

2 comentarios:

el maestresala dijo...

Sr Belidor :


¿Cómo ha salido de chiqueros esta última obra de Auster? Cuéntenos algo en su "bloc".

Belidor dijo...

Auster es Auster y no puede hablar sino de la identidad, de su búsqueda, del azar, de los meandros de la vida por los que se mueven sus personajes. Habla del paso del tiempo... Auster se siente viejo, compañero, pero sigue siendo un maestro.
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