"Ni hilen naiz
nire arima galduko da
nire askazia galduko da
baina nire aitaren etxea
iraunen du
zutik".
Gabriel Aresti
Durante las noches el cielo es rojo; las nubes se convierten en una pantalla sobre la que el fuego y el hierro proyectan su amor altivo y milenario. En esas horas los gemidos de los grandes hornos insomnes surcan la oscuridad y anuncian la consumación del misterio; una vez más la criatura ígnea fluye libre y rugiente ante los rostros ennegrecidos y sudorosos de sus creadores. El rojo del cielo se hace más intenso entonces, palpita hasta quebrarse en un gozo que se derrama sobre los tejados, los patios, las calles y las plazas aún envueltos en el sueño. En esas madrugadas de eucaristía, el polvo de hierro tiñe de ocre los alféizares, lagrimea sobre la ropa blanca colgada en los balcones.
2 comentarios:
Sr Belidor :
¡¡ Bilbao, Bilbao cómo has cambiao!!
Hace algún tiempo hice un soneto a nuestra ciudad, Ya no me acuerdo cómo lo hice pero salió...
Cuna de poetas olvidados
Bengoechea, Bilbao, Blas, Basterra,
vuelos fugaces de poemas y cielos,
voces torcaces en suaves recelos,
alados misterios, paz en la guerra.
Ría que sueña y fluye en sus celos
del hombre común que el alma le cierra
sin loar de ella reflejos de tierra,
cristales de agua, pedazos de cielos.
Ciudad de humo y verde en el fondo :
resucita a los divinos poetas
que te cantaron en lo más hondo.
Enfunda la espada y la saeta
y rompe el amargo cáliz redondo,
olvido trágico que tu alma aprieta
Un saludo cordial para usted y apra Astudillo el pillo.
El maestresala
¿Y la Otxoa?
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