lunes, 12 de octubre de 2009

... de Marx


"[...] El padecimiento religioso es también la expresión de un padecimiento real y una protesta contra ese padecimiento. La religión es la queja de la criatura oprimida, la sensación de un mundo sin corazón y el alma de un mundo desalmado. Es el opio del pueblo".

Karl Marx

6 comentarios:

El maestresala dijo...

Sr Belidor :


Yo también pienso eso marx o menos... Ultimamente he picado algo de Bakunin y es un poco magro y un tanto ahumado, digo yo que no sé demasiado de estas cosas. De cualquier forma, rogad por nosotros.

Belidor dijo...

Será mejor que roguemos nosotros mismos, más o menos es lo que venía a decir el filósofo. Si le damos alma a nuestras vidas, no necesitaremos opio para aplacar el dolor porque no ya habrá dolor.
La cosa no lleva buen camino...

tournesols dijo...

* (¿pero la tristeza es bella? http://www.sevillaactualidad.com/noticias/opinion/gritos-y-susurros/2575-y-lo-demas-ya-es-literatura.html )

Belidor dijo...

Malditamente bella...

Anónimo dijo...

Désaccord.
Sorprende ver una sociedad que busca, por encima de todo, anestésicos pero que cada vez es más agnóstica y atea.
¿Tiene corazón este mundo?¿Tiene un alma desalmada?
Quizás sean los creyentes los pocos a los que se les permita vivir estos días nuestros en clave de esperanza.

Contrasta ver los padecimientos que sangran por las calles y esos opios que se demandan y cada vez son más zafios, adictivos y abundantes. Panem et circenses.
Marx en nuestros días escribiría más sobre la vulgaridad que sobre la religión.

Las criaturas oprimidas ya no se quejan, se emborrachan, ven fútbol, televisión, carreras... Y fingen vivir y alegrarse con las vidas que no tienen.

Quizás, hoy, lo religioso sea otra expresión de la libertad o un camino hacia ella.

Ruego por ello ;)

Belidor dijo...

Pan, circo, fútbol, religión, todo es opio para una sociedad incapaz de darle alma y sentido al mundo y a la vida. Y el opio creo que no es bueno para la salud...
Desde el punto de vista de Marx había que abolir la dicha ilusoria que otorga el opio para que las personas se dedicaran a crear una dicha real... De momento sólo hay más formas de opio...