Qué pasa con la hache...
En nuestros trece... ¡Y más de trece!
Casi, casi, en esencia...
Como quien no quiere la cosa...
El miércoles pasado llovía, llovía mucho y no llovía finito (Kurlat dixit). El cielo gris se iluminaba cada poco de breves amaneceres dibujados con relámpagos. Los viandantes intentaban esquivar charcos marinos, los automóviles se apagaban entre cortinas brumosas. Avanzando bajo un ejército de paraguas deformados por el viento, los zapatos húmedos, un nutrido grupo de individuos armados tan sólo de lápices e imaginación consiguió por fin asaltar su objetivo. Hubo algunas bajas: un par de paraguas heridos de muerte y una zapatilla deportiva de imitación que perdió sus cordones. Tras la victoria, el solaz del guerrero. Bebieron palabras, comieron cuentos, cantaron poemas. Sonrisas y metáforas, bailes y rimas, romances y lágrimas... Poco a poco los candelabros fueron abatiendo sus brazos, los hechiceros y sacerdotes invocaron nuevas victorias en años por venir y las brillantes espuelas agotaron sus destellos.
Ahora la madrugada está aquí, oscura, fría. Tal vez amanezca, sólo tal vez, mañana.
Ahora los soldados duermen y viven en sus sueños de papel, y sueñan vidas y viven sueños...
7 comentarios:
Y no nos ahogó la lluvia, en esencia. Ni las tribulaciones, en esencia también. Voy a tener que comerme mis palabras, esas que utilicé para decir que no se te podía dejar coger una cámara. ¡si hemos salido dignamente visibles!
Organizatrix
cada vez me gusta más esto.
(el sur está bello ahora. las calles no arden. lluvia fina de vez en cuando. sandalias mojadas, por la noche medias. vestidos, chaquetas, otoño dulce. me recuerda al verano de allá. deberíamos volver a escribirnos, etc)
Organizatrix, en esencia espero que no se te indigesten. Acompáñalas con unos pintxos del Irrintzi...
Deberíamos, girasol, aunque llueva y sea otoño...
Es que a mi del Irrintzi lo que más me gusta es la tarta de queso, pero sin esencia. No hay problema de indigestión.
Algunos paraguas heridos de muerte lloramos lágrimas de lluvia, lágrimas de ausencia.
Magentius
Bienvenida, Magentius.
Una lástima que te quedaras sin paraguas... Se notó tu ausencia.
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