miércoles, 23 de septiembre de 2009

Roto


Nuestro primer encuentro fue en una estación de autobuses, aquí. Ella llegaba. El último en un aeropuerto, allá. Yo me iba.
Nuestro primer encuentro empezó con un abrazo. El último acabó con un beso al aire.
Nuestro..., esa palabra me duele cuando pienso en ella y en mí. Una vez nos convertimos en un solo camino. Recorrerlo juntos era la única forma de andar.
Ahora estoy roto en la orilla de ese camino. En la mía. Estoy extraviado dentro de un tiempo oscuro del que no puedo salir y no entiendo. Mis pedazos se cubren de noche, y cada mañana soy un poco menos. Pronto ya no seré, pero eso no me asusta. Pronto no habré sido, y eso sí, eso sí me da miedo.

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