En el cielo, negrura punteada de estrellas.
Al otro lado del despeñadero, en la pendiente, unas minúsculas luces amarillas, distantes, aisladas, brillan en un lugar imposible.
A este lado de la tierra hendida, pueblos blancos se deslizan por las laderas de las montañas y tratan de sujetarse con dedos de uñas negras y romas.
Las iglesias se balancean al borde de la nada.
Ancianos de luto, amarillos, distantes, aislados caminan por cuestas y pesadillas blancas.
Las nubes fluyen por el fondo de los barrancos y los muertos yacen alineados con el filo de las cumbres.
2 comentarios:
Sr Belidor :
Veo que mis chimeneas le han motivado... no sé le noto facilón.¿Agradecimiento por visitar su "bloc"?
Espero que el paseo por la Alhambra sea de su agrado.
Feliz retorno
La Alpujarra son chimeneas, cuestas y tinaos. Y hachazos en la Tierra.
La Alhambra es magia, te inunda y te hace feliz.
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