miércoles, 26 de agosto de 2009

Alpujarra /4


Mañana temprano me voy a bajar al huerto, me dice Miguel. Si me acompañas, te regalo unos tomates.

Si no se los han comido los jabalines, bromeo.

Me voy a comprar una ballesta.

¿Dónde tienes el huerto?

Abajo, muy abajo, allá por Pampaneira, responde Miguel. Un paseo.

A la ida. Y un calvario a la vuelta, apostilla Manuel.

Paco regresa de su interior, apura su tinto de verano y dice, sí, muy abajo, allá en la Tierra. Suspira y cierra los ojos. Aquí los muertos siempre se quedan en el cielo. Yo sé dónde moran Munkar y Nankir, los ángeles de la muerte. Ellos examinan los actos de nuestra vida a los pies de la tumba. Y deciden el destino de nuestras almas. A los pies de la tumba.

Manuel se inclina hacia mi hombro y me susurra, ahora nos contará la historia de la última reina de la Alpujarra.

Miro hacia atrás, hacia el barranco y su negrura, y me vuelvo a acomodar, muy despacio. Hago como que no he visto a Munkar y su compañero Nankir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No valía con tomarse un tinto de verano y hablar con los paisanos en la paz de Las Alpujarras, no. Tenían que aparecer Munkar y Nankir.
Veo que aprovechas bien el final de verano.
Organizatrix

Belidor dijo...

Estaban allí...