viernes, 21 de agosto de 2009

... de Dickens


Ningún hombre sabe, hasta que llega el momento, qué profundidades hay en su interior. Para algunos hombres no llega nunca; dejémoslos descansar y demos gracias. Para mí, tú la has traído, tú la has forzado, y el fondo de ese mar embravecido se ha alzado desde entonces... Te amo. Lo que quieren decir otros hombres cuando usan esa expresión no lo sé; lo que quiero decir yo es que estoy bajo la influencia de una atracción terrible, que he resistido en vano y que me domina. Puedes arrastrarme al fuego, puedes arrastrarme al agua, puedes arrastrarme a la horca, puedes arrastrarme a la muerte, puedes arrastrarme a todo aquello que siempre he evitado, puedes arrastrarme a cualquier peligro y cualquier desgracia. A eso y a la confusión de mis pensamientos, que es tal que no valgo para nada, es a lo que me refiero cuando digo que eres mi ruina.

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