Aquella esperanza que cabía en un dedal, (*)
No era tal,
Sino un vientre de nube al que mirar,
En su parto de tormenta,
En cielos preñados de gritos y violencia,
Los muros destilan sangre y muerte negras,
Nada grave,
Un incierto pasar sin posible redención,
Que refracta en el azogue del absurdo,
Y contempla el revés oscuro de su alma,
Quizá tú estés allí desde el principio.
(*) Primer verso de “Sueldo” de”Poemas de la oficina (1953-1956)” de Mario Benedetti
Covarrubias
6-9-2008
LTLG
2 comentarios:
Sr Belidor :
Un gato gordo a estribor
un cadaver al poniente
exquisito en su dulzor
y en sus trazos dementes.
Ripio
LTLG
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